La cultura es una característica única de cualquier organización. Si bien el fenómeno de la cultura organizacional es difícil de definir de manera precisa y concisa, comprenderlo puede ayudar a un gerente a predecir cómo es probable que su organización responda a diferentes situaciones; evaluar las dificultades que la organización podría experimentar al enfrentarse a un futuro cambiante como el actual; e identificar los temas prioritarios que deben abordar los directivos o líderes mientras preparan a la organización para competir por el futuro.
La cultura organizacional afecta y regula la forma en que los miembros de la organización piensan, sienten y actúan dentro del marco de esa organización. La cultura es el resultado de experiencias de aprendizaje comunes. Debido a que la cultura forma la base de la identidad del grupo y el pensamiento, las creencias y los sentimientos compartidos, una de las funciones más decisivas e importantes de los líderes, en particular los fundadores de una empresa, es la creación y gestión de su cultura.
Desafortunadamente, la mayoría de los escritores sobre La cultura organizacional utiliza diferentes definiciones, diferentes métodos para determinar lo que se entiende por cultura y diferentes estándares para evaluar cómo la cultura afecta a las organizaciones.
La importancia de conocer la cultura Organizacional
Debido a que la cultura es un fenómeno organizacional tan importante, muchos académicos han propuesto definiciones de lo que es cultura. Estos incluyen: regularidades de comportamiento observadas que ocurren cuando las personas interactúan, las normas que evolucionan en grupos de trabajo cercanos, los valores dominantes adoptados por una organización, la filosofía que guía la política de una organización hacia los empleados y clientes, las reglas para llevarse bien con otras personas en la organización y el sentimiento o clima de una organización en particular. Sin embargo, Edgar Schein, del MIT, uno de los más destacados estudiosos de la cultura organizacional del mundo, sostiene que si bien estos significados pueden reflejar la cultura de una organización, no logran captar su esencia. Schein concluye que la cultura es una propiedad de una unidad social definida independientemente, una unidad cuyos miembros comparten un número significativo de experiencias comunes para abordar con éxito problemas externos e internos. Debido a estas experiencias comunes, con el tiempo este grupo de personas habrá formado una visión compartida de la forma en que funciona el mundo que los rodea y de los métodos para la resolución de problemas que serán efectivos en ese mundo. Esta visión compartida del mundo ha llevado a la formación de suposiciones y creencias básicas que han funcionado lo suficientemente bien y durante el tiempo suficiente como para darlas por sentadas. Estas suposiciones y creencias básicas son respuestas aprendidas a los problemas que el grupo ha encontrado cuando sus miembros han tratado de trabajar juntos para sobrevivir frente a los desafíos encontrados en el entorno externo y en respuesta a tareas que se repiten en el entorno interno. Las creencias sobre cómo resolver estos problemas se han dado por sentado porque han funcionado repetida y confiablemente. Debido a que Schein define la cultura como un resultado aprendido de una experiencia grupal, afirma que la cultura solo se encuentra donde hay un grupo definible con una historia significativa de unión.